De Rupit a Tavertet

Para disfrutar de un paisaje de ensueño abrupto y salvaje
  • Dificultad: Alta
  • Edad recomendada: 16 años y más
  • Distancia: 3.000,00 km
  • Desnivel positivo acumulado: 0 metros
  • Población cercana: Vilanova de Sau
  • Punto de salida: Can Mateu
  • Punto de llegada: Can Mateu

Resumen del itinerario

La excursión propone superar el risco de Tavertet por un sorprendente y escondido grado, seguir la sinuosidad de los contornos del riscal hacia el norte, bajar por sombríos hayedos y robledales hacia Rupit, y volver a la orilla del pantano de Sau por la vieja pista que recorre los pies de las.

Es pues, un recorrido por la sutil frontera entre las comarcas naturales de las Guilleries, a pie de riscal, y del Collsacabra, a pie del abismo. Una tierra de bandoleros, de brujas, de hadas y de misteriosas gozos, que nos descubre rincones de una magia excepcional.

La distancia a superar es de gran magnitud y en ciertos lugares el desnivel es considerablemente acusado, pues habrá que estar bien preparados para disfrutarlo. Un paisaje de ensueño es el premio, sin duda bien merecido, después del esfuerzo realizado.

Gran parte del itinerario sigue las trazas de pintura del tramo de GR-2, lo que reduce su dificultad y nos permite caminar con los cinco sentidos sobre el paisaje. Vale la pena partir temprano, y disponer de todo el día para poder descubrir, sin prisas, las dos villas empedradas y medievales que atraviesa.

Fíjate

  • La riba del pantà de Sau
  • Els graus i passos d’accés al capdamunt de la cinglera
  • Els gresos i conglomerats vermells
  • Les balmes
  • Els fòssils marins
  • El poble de Tavertet
  • Els miradors
  • La silueta dels cingles
  • Els finestrals gòtics de l’Avenc
  • La fageda
  • El poble de Rupit
  • L’ermita de Sant Joan de Fàbregues

Descripción larga

Can Mateu , Escuela de Naturaleza de Sau

La gran distancia que propone el recorrido hace recomendable realizar una primera aproximación en vehículo motorizado o bicicleta hasta el hostal La Riba, cerca de la presa de Sau. Sin embargo, el recorrido circular permite iniciar la excursión desde el mismo pueblo de Tavertet (accesible por carretera desde L’Esquirol), o incluso del pueblo de Rupit. Así pues, el punto de partida quedará en función de las posibilidades y disponibilidades con las que contamos.

El Hostal La Riba (490 m)

Seguimos la carretera hacia el riscal, dejando a la derecha la pista cementada que se dirige a Sant Joan de Fàbregues y Rupit, y por la que regresaremos al punto de inicio. En medio de la carretera, con campos de pasto a derecha e izquierda, nos espera un viejo roble. sube a la derecha y deja atrás el asfalto.

Ganada un poco de altitud, dejamos un par de caminos a la derecha y, poco más tarde, la casa del Castell. Una última pista llega por la izquierda y presenta un cruce con carteles indicadores.

10 min. El ascenso a Tavertet (500 m)

Tomamos el camino de la derecha y haremos la ascensión a lo más alto del riscal por el conocido grado de Tavertet. Caminamos unos metros con poco desnivel y abandonamos el camino, cogiendo el sendero de la izquierda que sube hacia el risco.

Después de cruzar dos pistas transversales, el sendero nos conduce a un claro rocoso que nos invita a reponer unos breves instantes.

Las rocas del claro son formadas por una especie de cemento de arena que rodea unas piedras redondeadas parecidas a los cantos rodados de los ríos.

Continuamos por el sendero de la izquierda, que sube con rapidez por unas empinadas curvas a través de un precioso encinar. Un balcón sorprendente nos ofrece un paisaje majestuoso mientras acabamos de superar la franja de rocas rojas del riscal. Si caminamos con silencio suficiente, podemos contemplar algunas cabras que viven en las paredes del risco.

También vemos como los ballesteros, con las alas arqueadas y la barriga blanca, hacen las rápidas curvas sobre el hueco del acantilado. De repente, las rocas cambian de color. Ahora, encontramos una rocagrisa llamada caliza, que, a diferencia de los conglomerados, tiene su origen en los sedimentos marinos de un antiguo mar. Por este motivo, a partir de ahora es posible observar valiosos fósiles marinos como los nummulidos, bivalvos y erizos.

Encontramos una sorprendente cueva que nos ofrece resguardo en horas de mal tiempo y nos recuerda, con su verticalidad, que todavía nos queda el último tramo empinado del ascenso del grado.

Subimos por una zona pedregosa y, finalmente, llegamos a una ancha pista forestal que recorre el llano del riscal. Giramos a la derecha y llegamos a Tavertet.

1h 30 min. Tavertito (870 m)

Tavertet tiene una situación excepcional y sus balcones se convierten en un espléndido mirador sobre las redondeadas Guilleries. San Cristóbal, del siglo XI, y no se deje atrás el curioso museo que da a conocer diversos aspectos de las costumbres y la historia del pueblo.

Pasada la iglesia, salimos de Tavertet por el camino que conduce a Rupit señalizado con las marcas rojas y blancas del GR que ya no abandonaremos en el resto del itinerario. El camino gana altura progresivamente siguiendo, a una distancia prudencial, el abismo del risco. Las calizas desmenuzadas en tierra nos permitirán descubrir la silueta redondeada de algún erizo marino o de un caracol de mar que hace cerca de 50 millones de años poblaban lo que fue el mar del Collsacabra. Durante este tramo, son muy pocas las sombras que nos echan una mano en este espacio tan abierto.

Poco antes de cruzar el torrente de la Avellanosa, un camino poco marcado a la derecha nos permite hacer atajo y acercarnos más al vacío de las paredes de Tavertet.

Siguiendo los campos de cultivo, dejamos a la derecha la espectacular masía de l’Avenc, que a pesar de quedar deteriorada, luce con orgullo los ventanales de fisonomía gótica y la soledad y serenidad del riscal. Cerca de la imponente casa, encontramos un cruce.

El camino de la izquierda sube fuerte entre campos perdidos, hasta la querida roca Larga; peña que sobresale una veintena de metros sobre el abismo y que se convierte en uno de los mejores miradores de todas partes. Dando vuelta pero a mano derecha, el camino nos sigue ofreciendo la ligera llanura, ahora quizás un poco más verde. Algunas rocas desplomadas del risco dan al lugar el aire mágico que regenta. Pasamos junto a un abrevadero y finalmente ganamos el collado de Rajols, donde el aire se detiene y todo cambia.

3h 15 min. Cuello de baldosas (1070 m)

A mano derecha el plano Boixer y la majestuosidad del risco. Justo delante de nosotros, y escondida por las tonalidades de las peñas y los árboles, podemos contemplar la ermita románica de Sant Joan de Fàbregues. Es sin lugar a dudas, el punto más alto de todo el itinerario, y el resto, pues, es todo bajada. Antes de continuar sin embargo, vale la pena darse cuenta de que nos encontramos justo sobre la línea de una falla geológica de gran magnitud. Si observamos el relieve se hace evidente el hundimiento de los riscos que se abren frente a nosotros.

Sant Joan de Fàbregues se alza sobre el roquedal que mantiene continuidad con lo que ahora mismo pisamos, pero unos cientos de metros más abajo.

Continuamos la pista que llanea hasta bordear la granja de Rajols. Sin abandonar el GR, dejamos la pista principal que se dirige hacia la masía del Perer, y por el contrario, seguimos las señales por un sendero enfrascado y rodeado de ortigas que nace a mano derecha, atraviesa la granja, y se adentra en el bosque.

Seguimos la sierra que penetra en la sombra y la frescura absoluta de un hayedo. Otro premio por el esfuerzo realizado. Superamos algunas vallas para el ganado, algunas curvas no esperadas, e incluso algunos prados abiertos hasta hacer con una pista bastante marcada que seguimos a la izquierda en nuestros últimos pasos hasta Rupit.

4h 30 min. Rupit (810 m)

Si Tavertet es un pueblo de cuento, Rupit es de leyenda. Vale la pena adentrarse por sus empinadas y rocosas callejuelas, perder la vista siguiendo las casas, los balcones y los dinteles, y recorre cada palmo de su historia y su gente.

De regreso a la orilla de Sau, tomamos la pista asfaltada que sale del pueblo dirección sur, hacia la ermita de Sant Joan de Fàbregues. Giragones cubiertas de la exuberante vegetación de ribera y de los bosques húmedos de las laderas umbrías, dan paso a la espectacular vista sobre la Agullola de Rupit (conocida por aquí como el “pezón de Cataluña”). Pocos kilómetros después, la pista conduce a un cruce con indicadores. Hacia la derecha, y en tan sólo cinco minutos, podemos llegar a la ermita de Sant Joan de Fàbregues, fechada en el siglo XI. Seguimos por la pista pavimentada que desciende a mano izquierda y que ya no abandonaremos hasta llegar al hostal La Riba.

De bajada, la encina es la protagonista del bosque que nos rodea. Pasamos debajo el risco del Pla Boixer y dejamos atrás la masía del Pendís. Algunos caminos, a mano izquierda, nos dejan entrever la gran extensión de eucaliptos plantados para explotación forestal. Aunque la pendiente no es pronunciada, el camino hace zigzag. Curvas pronunciadas que esconden, con la ayuda de rocas y la espesura del bosque, el devenir del camino. A veces, cuando nos acercamos a alguna masía, el paisaje se abre con los prados de pasto, y poco a poco, vamos dejando atrás los encinares para empezar a familiarizarnos con los pinares de pino silvestre. Ya estamos pues, cerca de nuestro punto de inicio.

7h 45 amin. Hostal La Riba (490 m)

Llegamos de nuevo, a la orilla del pantano de Sau, hasta donde hemos realizado la aproximación.

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