¿Sabías que el otoño es una de las mejores épocas para observar aves migratorias?
Durante el otoño millones de aves migratorias pasan por nuestras tierras de camino entre el centro y el norte de Europa, donde han pasado el verano, hacia África, donde pasarán el invierno. También hay especies, como las golondrinas que pasan el verano en nuestra casa y se van a África cuando empieza el frío. Cataluña se encuentra en medio de dos de las rutas migratorias más importantes.
Las aves hacen estos viajes tan largos porque tienen que buscar un sitio más cálido para pasar el invierno, encontrar alimento o criar. Generalmente pasan cerca de la costa y de cadenas montañosas dispuestas de norte a sur.
Hay muchos sitios donde se puede observar el paso de las aves migratorias, desde Collserola o el Garraf hasta las Marismas del Empordà, el Delta del Ebro, o en otros espacios naturales como matorrales, estepas o ambientes húmedos como ríos, balsas o lagos.
Si tenemos suerte, podemos ver una bandada de pájaros en formación que pasen por encima nuestro en el momento más inesperado. Por lo tanto, ¡atención! Tenemos que estar alerta y levantar la cabeza para mirar el cielo de tanto en tanto.
En este vídeo podéis ver una bandada de grullas que nos sorprendió cuando pasaba por encima de Can Mateu, en la orilla del Embalse de Sau. Las grullas son casi tan grandes como las cigüeñas y vuelan con el cuello estirado (a diferencia de la garza real). A demás, tal como podéis ver en el vídeo, mientras vuelan, emiten sus cantos característicos llenos de resonancias.
Curiosidad nº 1: ¡la migración es agotadora!
La migración es físicamente muy dura para las aves, las deja agotadas. Durante la migración, tienen que volar largas distancias, superar dificultades como el mal tiempo, la escasez de alimento, los depredadores, las interferencias humanas,… ¡es realmente extraordinario que sobrevivan!
Por eso necesitan áreas de reposo durante el trayecto para recuperar fuerzas. Tiene que ser ambientes adecuados y bien conservados para que puedan encontrar el alimento que necesiten, recuperar reservas, descansar y continuar su migración. Es por este motivo que normalmente podemos ver aves migratorias que están de paso en algún espacio natural cerca de casa.
Curiosidad nº 2: hacen reservas de grasa corporal para resistir el viaje
Como que tendrán que volar durante miles de quilómetros y muchas veces no se podrán parar para buscar alimento, todas las especies migratorias acumulan reservas de grasa para poder aguantar mucho tiempo sin comer. La grasa es su combustible que se irá consumiendo durante el viaje. Algunas especies de aves de medida pequeña hasta pueden duplicar su peso en grasa antes de la migración.
Curiosidad nº 3: combinan diferentes mecanismos de orientación
Los pájaros combinan diferentes mecanismos sorprendentes para orientarse durante la migración:
- Usan de referencia el campo magnético terrestre a través de receptores fotomagnéticos en los ojos
- Se orientan con la posición del sol, la luna o las estrellas, la luz polarizada o ultravioleta
- Reconocen la geografía de los sitios por donde pasan
Curiosidad nº 4: pueden viajar durante el día o la noche
Las aves que viajan durante el día acostumbran a ser especies de grandes dimensiones (cigüeñas, grullas, flamencos,…), y las que viajan durante la noche suelen ser especies más pequeñas que vuelan de noche para evitar los depredadores y aprovechar los vientos suaves y guiarse por las estrellas (cucos, oropéndolas, búhos, petirrojo,…).
La investigación sobre las migraciones de las aves es un campo de ciencia fascinante que aún tiene muchos misterios para responder.
Y para acabar…
Te recomendamos el precioso documental Nómadas del Viento, del realizador francés Jacques Perrin, sobre las migraciones de pájaros.
Aquí tienes el tráiler:
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