El níscalo o robellón es la seta más popular en las paradas de los mercados catalanes, la podemos encontrar en los bosques de pinos en los alrededores del otoño, y tiene un sabor intenso y algo amargo.
Efectos beneficiosos de los níscalos:
Las setas contienen mucha agua, fibra, vitaminas y minerales, sobre todo fósforo, necesario para la formación de huesos y dientes, y ergosterol, un compuesto que se transforma en vitamina D, que favorece una correcta absorción del calcio; muy importantes por el crecimiento de los niños y niñas. Además, las setas mejoran nuestro sistema antiviral y son una de las pocas fuentes no marinas de yodo.
Ingredientes
- Un puñado de níscalos pequeños (o grandes troceados)
- Vinagreta: 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen por una de vinagre
- Una rama de tomillo o dos hojas de laurel
- 2 dientes de ajo
- Condimentos: pimienta negra en grano y sal
Elaboración
- Limpiar bien las setas y escaldarlas dos minutos (sumergirlas en agua hirviendo y sacarlas con una espumadera). Pero atención, ¡esto se debe hacer con la ayuda de un adulto!
- Dejar que se sequen sobre un paño de cocina bien limpio.
- Después, dentro de un bote de cristal, meter los níscalos cocidos con la vinagreta, las hierbas, el ajo y los condimentos. Cerrar el bote herméticamente para que las setas vayan cogiendo sabor. Si está haciendo un taller de cocina en la escuela o el esparcimiento, los niños se pueden llevar este bote con la conserva de níscalos hacia casa.
- Si está en casa cocinando en familia, guarda el bote en un lugar fresco y seco durante 2 semanas como mínimo y disfrutad con los níscalos cuando os apetezca; en un aperitivo o acompañados de una buena ensalada variada llena de minerales y vitaminas. ¡El gusto fuerte de los níscalos quedará un poco suavizado por la vinagreta y las hierbas y los niños/as los encontrarán buenísimos!.
¡Y buen provecho!